Cuando pensamos en una adicción generalmente pensamos en sustancias adictivas reconocidas como la nicotina del cigarrillo, el alcohol y las drogas callejeras como cocaína, heroína y otras. Sin embargo, existen también ciertos alimentos que pueden ejercer una influencia de tipo adictiva sobre nosotros la cual puede ser muy difícil de controlar.
Una adicción es un impulso incontenible que domina a una persona. Es algo que puede más que la voluntad de una persona. Una verdadera adicción siempre tiene un efecto desestabilizador sobre las emociones y también puede nublar el buen juicio. Por otro lado, el adicto cuando le niega la sustancia adictiva a su cuerpo, se siente muy mal.
El sobrepeso y la obesidad han venido aumentando su ritmo de crecimiento .
La obesidad es una epidemia con desastrosos efectos en una variedad de otras condiciones de salud relacionadas como: diabetes, alta presión, alto colesterol, altos triglicéridos (grasas en la sangre) y hasta cáncer. Es un problema que está tan fuera de control como el uso de drogas callejeras y el abuso de otras sustancias controladas.
Ya se ha podido comprobar que el azúcar puede tener un fuerte efecto adictivo sobre nosotros. Piense en esas veces en las que usted ha sentido ansiedad por algún alimento y mire a ver si lo que su cuerpo le estaba pidiendo no era algún alimento con un alto contenido de azúcar. Para muchas mujeres es casi imposible evitar sentir un fuerte deseo de consumir dulces o chocolates cuando se les acerca la menstruación. Muchas personas, cuando están pasando por situaciones de estrés, sienten un deseo incontrolable por consumir alguna golosina o postre azucarado. El azúcar es una sustancia adictiva.
El mecanismo hormonal del cuerpo que contribuye a crearnos la adicción al azúcar y los dulces ya se descubrió. Cuando consumimos azúcar el cuerpo produce un exceso de la hormona insulina para poder extraer la azúcar de la sangre y llevarla a las células. Pero, la insulina también ocasiona unos cambios a nivel del cerebro. Cuando consumimos azúcar el cerebro produce unas sustancias llamadas beta-endorfinas que son un tipo de opio natural que se produce en la glándula pineal. Las beta-endorfinas químicamente son parientes cercanas de la heroína y la morfina y para el cerebro son prácticamente la misma cosa. Tienen un poder adictivo que se refleja en un mal humor y en unos “síntomas de retirada” (dolor de cabeza, ansiedad, cambios emocionales, nerviosismo) para aquellas personas que deciden “quitarse del azúcar”. En fin, una persona abusa del azúcar y en cierto tiempo queda atrapada de su poder adictivo.
Esta adicción al azúcar puede doblegar a una persona cuerda y convertirla en un adicto común. En mi libro “El Poder del Metabolismo” dediqué un capítulo titulado Rompiendo el vicio a la técnica que se puede utilizar para romper la adicción al azúcar y los carbohidratos refinados (pan, harina, dulces, chocolates, etc.). Hay desde prestigiosos abogados hasta niños de edad escolar a quienes hubo que ayudarles con un programa de “desintoxicación” para ayudarles a “romper el vicio” que tenían. Por otro lado, hay cientos de personas que si sólo logran eliminar el azúcar de su dieta bajan de peso con gran rapidez. Otros no logran controlar su diabetes hasta que no rompen su vicio con el azúcar.
Es una triste realidad de la vida el que la comida que más nos gusta siempre es aquella que más engorda. Los platos más sabrosos siempre son los que tienen o más grasa o más azúcar. Las golosinas y postres más sublimes, los que marcan una ocasión memorable, definitivamente siempre combinan grasa con azúcar. Está comprobado, todo lo mejor de la vida o está prohibido o nos engorda. Pero la fuerza que nos atrae detrás de estos alimentos siempre es el azúcar.
Sí, el azúcar puede causar una dulce y poderosa adicción. Es una adicción “legal” pero igual de peligrosa que las de las sustancias controladas.
Fuente e imagen: clubderebajar.wordexpress.com
Rana Purpura
Hace 15 años