En la mayoría de los casos la intoxicación acuosa es debida a un estado de hiponatremia (descenso significativo de la concentración de sodio en el plasma) ocasionado por un gran aumento del agua contenida en el espacio extracelular (la que se encuentra en el organismo fuera de las células), ya que, debido a este aumento del volumen de agua en el organismo, se diluye en ella el sodio plasmático, cuya concentración queda por debajo de los valores normales.
La intoxicación acuosa puede producirse en niños pequeños, en corredores de maratón y en enfermos psiquiátricos que beben compulsivamente grandes cantidades de agua (polidipsia).
Una intoxicación acuosa puede ser el resultado de grandes pérdidas de agua y de los electrólitos en ella disueltos (sodio, potasio, magnesio, calcio y fósforo) provocadas por diarreas y vómitos, cuando se restaura el agua perdida por el organismo pero no el sodio, con la consecuencia de que éste queda diluido, originando un estado de hiponatremia, que es, al fin y al cabo, el trastorno clave.
En el caso de la intoxicaxión acuosa, la hiponatremia (es decir, la dilución del soluto -el sodio-) se produce por el aumento del solvente (el agua) a causa de su ingestión excesiva, en presencia de una disminución de la capacidad renal para excretar el agua en exceso, sea por fracaso de la función renal o, como sucedió con Jennifer Strange, por decisión voluntaria de no eliminar la orina (para cumplir las reglas del concurso).
El descenso de la concentración del sodio en el plasma (natremia) cambia las condiciones osmóticas entre el liquido intracelular y el extracelular, y condiciona el paso del agua del liquido extracelular (el que se encuentra fuera de las células) al interior de las células, donde se encuentra el líquido intracelular. Como consecuencia de este trasvase de líquidos las células del organismo se hinchan, se alteran gravemente sus funciones, y mueren.
Cuando esto ocurre en las células del sistema nervioso central y del cerebro, el resultado es el cuadro clínico es la intoxicación acuosa con edema cerebral, crisis epilépticas y muerte en pocas horas.
Los síntomas iniciales de la intoxicación acuosa son un fuerte dolor de cabeza asociado habitualmente a mareos, náuseas y vómitos. Los niveles del sodio en el plasma (natremia) se encuentran por debajo de 100 milimoles/L (2,3 g/L).
Fuente: saludlandia.com
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